La semana pasada, después de muuuucho tiempo demorándolo, fui a un loquiatra, recomendado por CholoSan. El señor, medio ortiva a mi parecer, y que cobraba una barbaridad por sesión, recomendóme a un sicoloco de su equipo que, de nuevo, después de varios días, atrevíme a llamar.
Arreglamos una cita para ayer, y la idea era vernos más o menos a la misma hora en que me estaban sacando la radiografía de la mano. En un acto comunicacional inesperable en mí, lo llamé y le avisé y todo, y por suerte pudimos quedar para un rato más tarde, y llegué con lo justo después de cortar un par de (parecían eternas) comunicaciones telefónicas.
El tipo debe andar en sus mid 30's, bajito, regordete y muy muy piola. Me cayó muy bien, súper accesible, creo que pegamos onda. Y eso está bueno :).
Hablé mucho, él escribió mucho (pero ante mi reclamo de la cantidad de árboles muertos en esas hojas por mi culpa se excusó diciendo que al menos compraba papel de caña de azúcar).
Nos volveremos a ver. En principio, él mismo mencionó que tenemos para hacer dulce :)
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